La URSS fue un Estado en el que no importaban los derechos humanos y donde se violaron estos de manera consciente y sistemática. Este sistema pertenece ya al pasado, pero el proclamar los derechos humanos y su defensa es algo que se debe seguir haciendo activamente en nuestros días para que no se repitan las atrocidades del pasado. Lo que ocurrió en el sistema soviético afectó a nuestra tierra y nuestras gentes, a todas nuestras familias, a nuestros padres y abuelos. Todavía sigue influyendo hoy en día. Es tarea nuestra impedir que semejantes crímenes se repitan y cooperar para que la situación mejore en aquellos países donde todavía no se respetan los derechos humanos.