NUEVAS CASAS INDIVIDUALES EN VÄNDRA. OCTUBRE DE 1956
(ARCHIVO NACIONAL)
TRABAJADORES DEL SERVICIO DE AUTOBUSES DE PÄRNU TRAS LA ESTATALIZACIÓN DE LA EMPRESA DE LA S.A. DE AUTOBUSES DE PÄRNU 1940
(FOTO DE ARCHIVO)
El poder tenía una manera ideológica de tratar la propiedad y el trabajo. Se consideraba socialista la propiedad del Estado y la de las colectivas del koljós. La propiedad personal estaba prevista para satisfacer las necesidades materiales y culturales. Para ésto eran los ingresos del trabajo, los ahorros, la vivienda o los edificios anejos a la vivienda así mismo todo lo existente en las casas, como artículos del hogar y de consumo y los artículos para el uso personal. El activo de los ciudadanos no podía utilizarse para generar ingresos no procedentes del trabajo. Se consideraba ingreso no procedente del trabajo también lo obtenido de un trabajo no regulado por la ley (por ejemplo la venta de productos artesanales no registrada, o si se tenía más ganado en las granjas de lo permitido por la ley y se obtenían beneficios de éste. En los años 1960 se realizó una camapaña para requisar las casas y coches que se habían obtenido con dinero no procedente del trabajo.
LOS ”ARTELL” AGRÍCOLAS FUERON UNA FORMA DE TRABAJO COLECTIVO EXISTENTE EN LA URSS, QUE PRECEDIERON GENERALMENTE A LA CREACIÓN DE LOS KOLJÓS. EN LA FOTO V. RISTOLAINEN CRIADORA DE GANADO PORCINO EN EL ”ARTELL” AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE VALGA PRIMERO DE MAYO, QUE CREÓ LUEGO JUNTO CON SU FAMILIA UN KOLJÓS. REGIÓN DE VALGA. NOVIEMBRE DE 1956
(ARCHIVO NACIONAL)
La incapacidad del sistema de agricultura colectivo soviético de producir suficientes alimentos, llevó al Estado a adoptar una posturas contradictorias: de una parte se hacían campañas para controlar que no se produjera más de lo permitido y retirándolo y de otra se favorecía la producción privada y la venta ambulante. Como también había dificultad para obtener hortalizas se impulsó la creación de huertas colectivas. En los terrenos que se concedían no estaba permitido construir edificios de más de 10-20 m² en un principio.
En la URSS había también escasez de tiendas. La producción artesanal estaba sometida a prohibiciones y limitaciones, la venta de más de lo permitido era punible. Estaba muy castigado el mediar en una venta comercial. Realizar un trabajo que no estuviera permitido era penado con hasta 5 años de cárcel y se confiscaba lo obtenido.
UNA CALLE COMERCIAL EN TALLINN. LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES SE APRESURARON A LLENAR EL VACÍO QUE DEJÓ LA CAÍDA DEL SISTEMA ECONÓMICO Y DE ALIMENTACIÓN SOVIÉTICO. 3 DE AGOSTO DE 1990.
(ARCHIVO NACIONAL)
La ideología justificaba también la diferencia de impuestos. Los trabajadores de las empresas sociales pagaban un 13% del impuestos sobre lo obtenido mientras que los granjeros que trabajaban por su cuenta, los artesanos o los clérigos llegaban a pagar hasta el 81%. Existían también diferencias en las pensiones con independencia de los impuestos pagados. Por ejemplo un trabajador de un koljós se jubilaba más mayor que un trabajador de una empresa estatal y aunque hubieran tenido el mismo sueldo recibía una pensión menor. Los granjeros por cuenta propia, los artesanos y los clérigos no tenían derecho a recibir pensión o si morían tampoco sus huérfanos menores de edad recibían una ayuda. El sueldo no solía llegar completo al trabajador, durante mucho tiempo había que comprar obligaciones al Estado que no tenían desgrave y que se cobraban decenas de años después del vencimiento.
VENTA AMBULANTE. DUEÑOS PARTICULARES DE VACAS VENDIENDO LECHE EN LA REGIÓN DE RAPLA. 1987.
(ARCHIVO NACIONAL)